La señora Flor y don Pedro son dos personas mayores capitanes de un equipo que con gran satisfacción puede decir al mundo que sacaron adelante una familia de 5 hijos. Hubo momentos malos y ¡muy malos!, pero también hubo momentos buenos y ¡muy buenos! - una vida entera, completa, repleta de historias para contar al calor de un mate. Muchas veces faltó el dinero, muchas veces faltó el trabajo, pero hay algo que nunca faltó —y es más— siempre sobró: amor.
- Gracias por tantas madrugadas.
- Gracias por tantas trasnochadas.
- Gracias por esos correctivos.
- Gracias por esas caricias.
Cinco personas, cinco caminos, cinco vidas.
Gracias papi.
Gracias mami.
Gracias señor mi Dios.
Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo…
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.
—Madre Teresa de Calcuta
En los cincuenta años de matrimonio de mis padres.