El otro día vi por la calle a dos ancianos caminando tomados cariñosamente de la mano. Su ritmo era pausado, sereno.
Como en las películas los traté de imaginar jóvenes, luego en compañía de niños y estos convirtiéndose en adultos. Luego volví a ver solo a los dos ancianos.
En ese momento reforcé cuan importante es la compañera/ro de ruta en esta vida. Pasarán muchos acompañantes, pero la pareja siempre será eso: una compañía de a dos.
Feliz cumpleaños a la mía, hoy, 13 de octubre.